4 de octubre del 2023 | Hannah Field | Editora de Noticias
El día de la mudanza de Western, cientos de estudiantes inundaron sus respectivas residencias y entraron a sus dormitorios para colgar tapices, decorar las paredes y apoyar sus peluches contra las almohadas.
Las estanterías se aprovecharon al máximo, mientras que algunos optaron por vinilos en lugar de libros de bolsillo. Mientras que algunos estudiantes colgaron lámparas sobre sus escritorios privados, otros añadieron marcos de fotos y flores artificiales. Cartas importantes, reliquias familiares y otros objetos hogareños se colocaron en los dormitorios para crear un ambiente hogareño.
Encontrar un tema era importante para muchos estudiantes de nuevo ingreso, ya que los colores correspondían desde las mantas hasta los portarretratos. Otros trajeron sus artículos de confort favoritos de casa — una estudiante consiguió una colcha hecha a mano de su abuela. Los escritorios desordenados mostraban calendarios, caras amigables, flores y frascos de bolígrafos. La personalidad y los pasatiempos favoritos de cada estudiante se reflejaban en el diseño de su escritorio y la disposición de sus objetos personales.
En el exterior, los asistentes residentes daban la bienvenida a sus compañeros residentes, habiendo decorado sus residencias con adornos temáticos, juegos interactivos y coloridas listas de normas y directrices para todos los residentes.
Algunos ofrecían páginas para colorear, notas adhesivas con palabras inspiradoras y tableros introductorios con información útil sobre los asistentes residentes locales. Al estar completamente adaptados a la vida en la residencia, los residentes podrán desenvolverse mejor en un hogar fuera del hogar a medida que avanza el semestre de otoño.
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