Cómo ser eficaz en los proyectos de grupo

Rebecca Meyers | Editor de estilo de vida

Cada trimestre, los estudiantes de todo el campus tienen que enfrentarse a lo que se considera uno de los mayores retos de la universidad: los proyectos en grupo. Los proyectos en grupo, que suelen valer un número significativo de puntos, pueden ser increíblemente frustrantes por varias razones. Sin embargo, como a menudo son inevitables, es importante aprender las habilidades necesarias para terminarlos de forma eficaz.

Uno de los mayores retos puede ser la comunicación, o la falta de ella. No saber cuándo va a terminar alguien su parte, si necesita ayuda o no o si incluso sigue en clase -sí, ha pasado alguna vez- puede hacer que el proyecto sea mucho más estresante de lo necesario. Por desgracia, no podemos controlar la comunicación de nadie, excepto la nuestra. Hacer un esfuerzo consciente por aclarar cualquier malentendido, como mínimo, garantiza que habrá menos posibilidades de que se produzca una confusión.

A veces, esa confusión se produce de todos modos, lo que nos lleva al siguiente punto. Otra gran fuente de estrés es cuando otros miembros del grupo no parecen poner de su parte. Nadie quiere que su nota se resienta, pero nadie quiere no estar seguro de cuánto trabajo tiene que poner realmente. He visto a muchas personas estresarse por si debían o no trabajar en una parte inacabada de un proyecto que no se les había asignado. Afortunadamente, muchos profesores son plenamente conscientes de que esto ocurre a veces. Hacer un plan para hablar con el profesor en lugar de intentar contactar continuamente con un miembro del grupo que no responde hace que sea más fácil centrarse en la parte del proyecto que te ha sido asignada y dejar atrás mucho estrés.

Menos común, pero aún frecuente, es la tendencia ocasional de los estilos de liderazgo o las ideas a chocar de forma divisiva. Son esos casos de "elige tus batallas" que se plantean a menudo: ¿merece la pena luchar contra la idea de otro si crees que no obtendrá tan buena nota? Este dilema surge de vez en cuando, y no hay una respuesta fácil. Sin embargo, hay que tener en cuenta la organización del grupo. Si dentro del grupo hay un liderazgo lo suficientemente sólido como para que el tema elegido funcione, puede que merezca la pena dejarse llevar por el grupo.

Mucha gente teme tener que enfrentarse al trabajo en grupo cada trimestre. A veces tenemos suerte y los miembros trabajan bien juntos, pero otras veces tenemos que sacar lo mejor de la situación.

 

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