El Festival de Cine de Tournées proyecta "BPM"

Jamari Gilbert | Freelancer

"Beats Per Minute" o "BPM" es una película dirigida por Robin Campillo. Esta pieza histórica dramatizada se presentó aquí en Western durante el Festival de Cine de Tournées. El TFF trae películas francesas a Western y a otros campus estadounidenses. "Las películas abordan una amplia gama de temas, diversas perspectivas, localizaciones y experiencias humanas, todo ello en torno a temas de movilidad, migración e interconexiones globales", dice la página del festival de cine en el sitio web de Western. Se proyectarán seis películas en total todos los jueves, del 11 de octubre al 15 de noviembre.

"BPM" se adentra en las actividades del grupo activista contra el VIH/SIDA Act Up-París en los años noventa. En la película se enfrentan a muchos retos: la mayoría cree que el SIDA sólo afecta a los homosexuales y el gobierno no aprueba leyes para ayudar a detener el brote. Su activismo va desde arrojar sangre falsa sobre las farmacias hasta arrojar las cenizas de los miembros fallecidos sobre los miembros de la conferencia y su comida.

Durante la primera mitad de la película se presenta al público la rama de Act Up-París. Esta parte de la película es más bien una celebración del duro trabajo realizado por los numerosos hombres y mujeres de Act Up-París para garantizar un futuro mejor a las personas que viven con el sida. Mientras el grupo Act Up-Paris intenta decidir cuál es la mejor manera de transmitir su mensaje, se producen luchas internas, en las que algunos miembros llegan incluso a sabotear abiertamente el trabajo de otros cuando no están contentos. Este tipo de dramas salpican toda la película, aunque la premisa por sí sola ya es bastante seria.

La última mitad de "BPM" se centra en cómo el SIDA destruirá a un individuo una vez infectado. Varios personajes retratan el sombrío desenlace, pero el más destacado es el personaje de Sean, un veterano del grupo Act Up Paris que ya se encuentra en las últimas fases de la enfermedad. Entabla una relación sexual con uno de los miembros más recientes, Nathan. Esta mitad de la película se adentra en su relación y muestra cómo el SIDA afectará tanto a los infectados como a los que les rodean.

"BPM" es largo, pero merece la pena. Muestra la lucha contra el sida de dos maneras diferentes: la lucha política que demuestra las dificultades a las que deben enfrentarse todos los implicados y cómo el sida cambia la vida de los hombres y mujeres infectados por la enfermedad.

Valoración global: Recomendaría esta película si el espectador está interesado en aprender sobre el movimiento contra el SIDA en otros países además de Estados Unidos, o si está interesado en una película LGBTQ+.

 

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Foto cortesía de Ashlynn Norton