Crítica: "Piratas del Caribe: Los hombres muertos no cuentan cuentos"

Por: Ashton Newton
Redactor de Entretenimiento

Parte de lo que hizo tan buena a la original "Piratas del Caribe" fue el hecho de que llegó como una sorpresa y la gente, en general, no tenía expectativas. Jack Sparrow era el adorable y borracho personaje secundario de la historia de Will Turner y Elizabeth Swan, algo que, más o menos, continuó durante la segunda y la tercera película.

"Dead Men Tell No Tales" cayó en el mismo error que "On Stranger Tides" de 2011 al convertir a Jack Sparrow en el personaje central y exagerar por completo. Lo que hizo grande a Jack Sparrow fue su uso con moderación, y "Dead Men Tell No Tales" no tiene ninguna moderación.

Jack Sparrow, junto con Henry, el hijo de Will Turner y Elizabeth Swan, y una niña huérfana, emprende la búsqueda del tridente de Poseidón para salvarse de un capitán español no muerto que busca su sangre.

El desarrollo de la trama de la película fue penoso. Requería una serie de acontecimientos poco realistas y casi imposibles que parecían una evasión de cualquier narración realmente decente. Esto, sumado a una serie de encuentros fortuitos con desconocidos con exactamente el mismo objetivo, pone en marcha la historia.

"Dead Men Tell No Tales" parece una película muy pequeña. Mientras que "Piratas del Caribe" contaba con bellos y extensos escenarios, puertos llenos de vida y enormes barcos, la nueva entrega saltaba de una localización CGI a un barco de pequeño tamaño o a un pueblo británico. No hay sensación épica de aventura en esta película.

La película se basó en gran medida en fórmulas utilizadas en películas anteriores. Jack Sparrow borracho y divertido, un personaje a lo Will Turner, un personaje a lo Elizabeth Swan, un dúo de piratas tontos y divertidos, un capitán británico enfadado y un enemigo malvado, terrorífico y sobrenatural. Todas estas son cosas que se han hecho en cada una de las películas anteriores, y "Dead Men Tell No Tales" se basó en eso de la manera más perezosa posible. No había nada que la hiciera única.

Hay momentos muy divertidos; toda la secuencia inicial es fantástica y el cameo de Paul McCartney es memorable. Mientras que otras películas de "Piratas del Caribe" tenían un tono serio, la nueva entrega lo ha cambiado por una sensación de comedia bufa. A veces da resultado, pero en su mayor parte resulta aburrida e incómoda.

"Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales" está lejos de ser el espectáculo que hizo famosa a la franquicia. Es exagerada, está mal escrita y pone fin a la serie como ejemplo de por qué no alargar algo bueno durante cinco películas innecesarias.

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2/4
+ Algunos momentos decentemente divertidos
- Fórmula cinematográfica manida